La meditación, o mindfulness es una práctica milenaria que ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus múltiples beneficios para la salud física y mental.
Mediante la meditación puedes reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la concentración, calmar la mente y sanar el cuerpo.
Además, puede ser una herramienta útil para conectarnos con nosotros mismos y encontrar la paz interior en un mundo cada vez más agitado.
Para la práctica mental, aprender a meditar es fundamental, pues te dará un mejor conocimiento de tus procesos mentales, y tendrás un mayor control sobre tus pensamientos.
Aquí tienes los 5 pasos principales que necesitas dar para comenzar a meditar.
Paso 1: Busca un lugar tranquilo y un horario adecuado.
Lo primero que debes hacer para meditar es encontrar un sitio tranquilo y sin distracciones.
Puedes escoger cualquier sitio que te haga sentir cómoda y relajada: tu habitación, una sala de estar, un jardín o incluso un parque cercano.
Una vez que encuentres el espacio adecuado, asegúrate de que no haya ruido ni interrupciones. Apaga el celular o ponlo en modo avión y olvídate de él por unos minutos.
No existe un momento perfecto para meditar, pero te recomiendo que la practiques a la misma hora durante los primeros 21 a 30 días. De esta manera, a tu cerebro le será más fácil interiorizar la actividad y convertirla en un hábito saludable.
Busca una hora en donde haya más tranquilidad, pero trata de no hacerlo muy de noche, si no quieres que el sueño acabe venciéndote.
Paso 2: Adopta una postura cómoda
La postura que adoptes mientras meditas es importante, ya que debes sentirte cómoda y relajada durante el proceso.
Siéntate en el suelo con las piernas cruzadas y la espalda recta o, si lo prefieres, puedes sentarte en una silla con los pies apoyados en el suelo. No medites tumbada en la cama o en un sofá, porque lo más probable es que termines durmiéndote.
Quítate los zapatos y utiliza ropa cómoda.
Cierra los ojos y relaja tus hombros y brazos. Es importante que tu cuerpo esté en una posición natural y que no sientas tensión en ninguna parte.
Paso 3: Respira profundamente
La respiración es una parte fundamental de la meditación, ya que te ayudará a relajar tu cuerpo y tu mente.
Respira profundamente y de manera lenta, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Hazlo varias veces hasta que sientas que tu cuerpo está más relajado y tu mente más tranquila.
Paso 4: Mantén tu atención en el presente
El objetivo de la meditación es estar presente en el momento, en el aquí y ahora. Para lograrlo, debes concentrarte en tu respiración y en las sensaciones que experimentas en tu cuerpo.
Si tu mente empieza a divagar, no te preocupes, simplemente desplaza tus pensamientos y vuelve a enfocarte en tu respiración.
La meditación no se trata de no pensar en nada, sino de aceptar y observar tus pensamientos sin juzgarlos.
Paso 5: Termina la meditación gradualmente
Cuando decidas terminar la meditación, hazlo de manera gradual y sin prisas. Abre los ojos poco a poco y estira tu cuerpo suavemente.
Tómate unos minutos para volver a conectarte con el mundo exterior.
Después de la meditación, es importante que no te apresures a hacer nada, sino que te tomes un tiempo para integrar las sensaciones que experimentaste.
En conclusión
La meditación es una práctica sencilla que cualquiera puede hacer en cualquier momento y lugar. Solo necesitas dedicarle unos minutos al día para sentir sus beneficios en tu cuerpo y mente.
Con estos cinco sencillos pasos que hoy te he compartido, podrás iniciarte en la meditación y empezar a disfrutar de sus resultados en poco tiempo.
No te frustres si al principio te cuesta concentrarte o te parece difícil, lo importante es perseverar y darle una oportunidad. ¡Adelante, inténtalo!